AGO Amigos

N° 2
Junio 2019

Editorial

Lo avances tecnológicos se encuentran ya en cada aspecto de nuestras vidas y despiertan en cada uno de nosotros una diversidad de sentimientos y emociones. Desde el desagrado al ver una familia sin comunicarse porque cada uno está viendo su celular, hasta la total felicidad cuando se aplica correctamente un avance tecnológico y se salva una vida.

En nuestro campo profesional, la tecnología nos ha permitido hacer procedimientos menos invasivos y de rápida recuperación, mejorar la visión del paciente hasta el punto en que no requiera gafas, cambiar radicalmente el pronóstico de enfermedades que antes significaban un daño irreversible, en fin, nos ha permitido mejorar la calidad de vida de muchas personas. Pero qué pasa con los dispositivos que salen del mercado por presentar complicaciones no previstas en los estudios, con los pacientes que se sienten inconformes a pesar de tener “el último lente intraocular”, o con el paciente que entra confiando que se librará por siempre de un medicamento y no es así. Usar los nuevos avances de la manera correcta, implica estudiar nuevamente las técnicas, indicaciones, mecanismos de acción y posibles complicaciones; implica ofrecer de forma responsable lo nuevo, como una opción más, pero indicando también sus limitaciones; implica estar conscientes que en la medicina algo muy nuevo puede significar también, muchas complicaciones y variantes por conocer. 

En este Newsletter compartimos con ustedes 3 artículos para entender mejor dos de los avances más usados en los últimos años: los lentes intraoculares multifocales y la ciclocoagulación ciliar con láser micropulsado. 

Dra. Mariamercedes Palma
Asociación Guatemalteca de Oftalmología